El juego y la sorpresa
Todas las criaturas de este planeta aprenden y se desarrollan a través del juego. Por esa
razón lo lúdico es de vital importancia en la formación de nuestra identidad.
Pensar que el juego es solo una actividad infantil es un error en el que caen los adultos más
frustrados. Tanto en el arte como en el amor, el juego es el recurso fundamental para
encontrar nuevas formas de expresión. Una herramienta clave que nos hace crecer a través
del divertimento.
Arancha Goyeneche vive su trabajo como una evolución continua. Lo cual constituye la base
de una carrera que jamás se estanca.
Sorprenderse de las nuevas facultades que los materiales van adquiriendo a través de lo
lúdico es un mensaje que el espectador también disfruta en ese fluir de ideas que dinamiza
sus obras conceptuales.
La artista se despoja de lo previsible para dar paso a la sorpresa. Las texturas, los colores,
los anhelos, que siempre han estado ahí son ahora liberados del pensamiento para que
adopten una idiosincrasia propia gracias a este recreo.
Narrar lo que acontece a través su trabajo hace que éste se posicione en una
contemporaneidad absoluta.
Un presente acuciante donde no todo es amable pero que, gracias a este juego, podemos
transitar en la Historia más reciente sin hacernos daño.
Creo que no existe en este mundo nada más serio que divertirse. Un asunto de crucial
importancia para no olvidar jamás que es el juego, y no la rutina, lo que nos hace avanzar.
Goyeneche se sorprende a sí misma y sorprende al espectador. Quizá ahí radique lo más
hermoso de esta magnífica exposición.
María von Touceda
Arancha Goyeneche
