MIÉRCOLES ÍNTIMOS,
TEATRO
Director, Mario Gas
Fecha: Miércoles 4 de octubre
Sala: Pereda
Hora: 19:30 h
Zonas y Precios
A
18€
D
15€
D
10€
- Personas movilidad reducida + Acompañante: 15€
(Venta exclusiva en Taquilla presentando certificación que lo acredite)
Ficha artística
Con Clara Sanchis
Ayudante dirección, Eva Redondo
Vídeo y fotografías, Isabel De Ocampo
Espacio sonoro, Ángel González
Espacio escénico y vestaurio, Miércoles que parecen jueves
Iluminación, jueves que parecen miércoles
Voces en off: David Lorente, Antonio Sansano y Eva Redondo
Diseño gráfico, Andrea Krull / Cris Lozoya
Dirección de producción, Chusa Martín
Una producción de C.S. y Entrecajas Producciones Teatrales
Agradecimientos: Teatre La Gleva, Albert de la Torre, Rita Costa, Cotu Afonso, David Lorente, Antonio Sansano y Teatro Urgente
Duración: 75 min. Sin descanso
Sinopsis
Cuando las fronteras entre la imaginación y la realidad saltan por el aire, una mujer irrumpe en el teatro a punta de pistola para dar una charla de Juan José Millás. Acosada por la policía y el propio autor, su alegato es la demostración de una tesis a vida o muerte: ella es él. Quien domina las palabras, domina la realidad.
¿Es real la realidad? ¿Por qué sabemos tanto del aparato digestivo y tan poco del aparato imaginario? ¿Acaso lo irreal tiene en nuestras vidas menos peso que lo real? ¿Dónde termina la fantasía y comienza la realidad? He ahí la cuestión.
‘Miércoles que parecen jueves’, con humor y luminosidad, a través de un personaje fascinante, pone en escena los grandes temas del universo millasiano: la realidad y sus extravíos, el poder de la imaginación, la extrañeza como fuente de saber o el cuestionamiento de la propia identidad. Un espectáculo en movimiento, a pie de calle y de la vida, que se nutre también de la mirada periodística del autor, y actualizará sus palabras cada vez que la actualidad se desmadre. El teatro, templo de la palabra, origen de todo, en palabras del autor, es la naturaleza misma de esta historia trepidante.
– ¿Es usted lo bastante Millás? – me pregunta, por ejemplo, el juez.
– ¿Fue Kafka lo bastante Kafka? – le repreguntaría yo.
– ¿Es usted lo bastante juez? ¿Es una hormiga cualquiera lo bastante hormiga? ¿Es una mosca lo bastante mosca? ¿Acaso al mundo, en general, no le falta algo para ser el mundo? Tal es el motor del deseo, el de no ser bastante lo que somos.